REVISTA ESTUDIANTIL PÉREZ GALDÓS (1936)
En 1936 se publica el primer número de una nueva revista titulada ahora Revista Estudiantil Pérez Galdós. Se presentó como una publicación juvenil que pretendía ser quincenal, creada por unos jóvenes estudiantes. Se trataba de una revista cultural y literaria con amplios y variados temas que se proponía ofrecer al lector un entretenimiento útil. Además de artículos literarios, había otros de opinión, poemas, noticias relativas a exposiciones, conciertos, actos culturales como veladas literarias y musicales, deportes, pasatiempos, sección de humor y anuncios de empresas locales. Los artículos sobre literatura del primer número fueron dedicados a Shakespeare, Valle Inclán, Benito Pérez Galdós, Darwin y a la creación del Premio Nobel, entre otros temas.
La revista contó con el apoyo económico del Cabildo de Gran Canaria que sufragó los gastos de impresión. En varios números se le agradece su ayuda, y en especial al Presidente de la institución Miguel Alonso Jiménez. Su precio era de 30 céntimos. Desde su creación, el 20 de enero de 1936, hasta mayo del mismo año se publicaron 5 números.
El director era el alumno Segismundo Díaz Bertrana; Antonio Doreste Machado estaba a cargo de la redacción; L. Morales y Francisco Mestres eran los administradores. Otros alumnos que participaron en la redacción fueron José Suárez del Toro, años más tarde profesor y jefe de estudios del instituto; Luis Doreste Machado, que escribía bajo el pseudónimo de Doctor Centeno, y Manuel de Rozas Caballero.
Entre los profesores que dirigieron a estos alumnos estaban José Chacón de la Aldea, catedrático de Filosofía y posteriormente de Geografía e Historia; Gonzalo Pérez Casanova, catedrático de Historia Natural, que como ya vimos, también dirigió la primera de las revistas de estudiantes en 1928. Fue vicedirector y después director del instituto y además Socio de Honor del Museo Canario y colaborador de cursos de perfeccionamiento del Magisterio Primario en conferencias sobre metodología y vulgarización científica y Agustín Espinosa García, catedrático de Literatura Española y que ya vimos impulsando y dirigiendo la anterior revista Hoja Azul
Estos profesores que habían estado pensionados por la JAE, cuyo objetivo era potenciar la investigación histórica y científica, así como posibilitar que los investigadores españoles pudieran completar su formación en el extranjero a través de becas, trasmitieron todo su saber y su entusiasmo por la ciencia y las humanidades a unos alumnos que tuvieron la fortuna de contar con su gran valía intelectual.
Además de los citados, hubo otros profesores que favorecieron el despertar de la creatividad de los estudiantes, como José de Unamuno Lizárraga, catedrático de Matemáticas e hijo de Miguel de Unamuno; Juan Millares Carló, profesor de Literatura Española y de Geografía e Historia; Arturo Sarmiento Valle, profesor de Filosofía y Edgar Rubén Agostini Banús, catedrático de Matemáticas.
Después del alzamiento militar de julio de 1936, la Comisión Depuradora de la provincia de Las Palmas instruyó expedientes de depuración y suspendió de empleo y sueldo a Gonzalo Pérez Casanova, Agustín Espinosa, Demófilo Mederos Pérez, Juan Millares Carló, Edgar Rubén Agostini y José Chacón y de La Aldea. Este nuevo tiempo de infamia y degradación marcó sin duda sus vidas tanto profesional y académica como personal y vital.
De estas comisiones depuradoras formaron parte Manuel Socorro Pérez y José Azofra del Campo, que habían sido compañeros de los catedráticos depurados. Por lo que concierne a la revista, estas depuraciones supusieron un cambio de rumbo absoluto, como explicaremos más adelante cuando hablemos de la revista Spes.
En el primer número, el profesor Chacón de la Aldea saluda la creación de la revista en el editorial y declara su intención de que sea una "revista propia y peculiar de los estudiantes, inspirada y escrita por los estudiantes, con optimismo y entusiasmo por el resurgimiento cultural y científico". Reclama para ellos las ideas que signifiquen justicia, ciencia, cultura, arte, ilustración y virtud. El fin de la revista era "hacer llegar a los lectores estudiantes los ideales del estímulo, del amor y entusiasmo por el estudio, haciéndoles comprender que el saber, la ciencia y el arte y la cultura son los valores más positivos que el poder o la riqueza".
En uno de sus artículos, el alumno Francisco Guerra reclamaba el carácter independiente y afirmaba que La Revista Estudiantil Pérez Galdós no mantenía “ningún criterio determinado con respecto a asociaciones, política o religión". Reivindicaba su carácter exclusivamente estudiantil, "sin otras aspiraciones que las que le son naturales: fomentar la cultura con recto sentido".
En el número 2, publicado en febrero de 1936, el editorial del profesor Arturo Sarmiento Valle, reclama para los alumnos "no sólo ciencia y erudición, sino conseguir una vida valiosa, saber desenvolver las fuerzas espirituales. La ciencia podría resultar helada sin el calor de la sangre. Hacer cultura es buscar con clamor una participación en la naturaleza y en la historia, colaborar con el espíritu".
También participaron en este número los alumnos Juan León Espino, Henríquez Acedo, Santiago Lorenzo Vega, Manuel Rozas Caballero y Sebastián de la Nuez, pasado el tiempo catedrático de Literatura de la Universidad de La Laguna y Premio Canarias en 1995. Fue un gran especialista de la obra de Benito Pérez Galdós del que publicó el inventario de los títulos, clasificados por disciplinas o áreas de conocimiento, que componían la biblioteca personal de ilustre escritor.
El número 3, que salió en marzo del 1936, se dedicó en gran parte a la figura de Gustavo Adolfo Bécquer (1836-1870) en el centenario de su nacimiento. En este número, además de los alumnos arriba citados, escribieron Apolo González Cabrera, Manuel Manrique de Lara y Velasco, Eleuterio Casañas Armas, Atilio Castellano Texeira y Rafael Bethencourt.
Los números 4 y 5 vieron la luz al mismo tiempo, en mayo de 1936. Su contenido fue exclusivamente literario con temas relacionados con la lírica, el teatro, la novela, el cuento y la fiesta del libro. Resulta interesante un artículo que reflexiona sobre la posible existencia de una literatura canaria propia y diferenciada de la literatura del resto del país. Otros temas de interés fueron el establecimiento en Las Palmas de la primera imprenta y de las primeras publicaciones periódicas.
En estos últimos números queremos destacar la incorporación de tres alumnas, Josefa Zamora Lloret, Ana Domínguez Pérez y Mabel Sánchez como colaboradoras de la revista.
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rimera promoción de alumnas del instituto Pérez Galdós, acompañadas de su director D. Gonzalo Pérez Casanova
(Colección particular familia Pérez Casanova)
Estos fueron los últimos números publicados durante el curso 35-36. A los dos meses, en julio del 36, comenzó la Guerra Civil, con todas sus consecuencias y, también e inevitablemente, en el ámbito de la educación. Frente a los ideales que inspiraron esta revista como la justicia, la ciencia, la cultura, el arte y la ilustración, un año después, en el curso 1937-38, renace la revista con otro nombre, SPES, con una orientación ideológica bien diferente a la anterior. Esta nueva revista reflejó los nuevos valores religiosos y patrióticos que impuso el Movimiento Nacional, y que sustituyeron a los que habían inspirado el modelo republicano, rechazando todos los avances de la República en cuanto a renovación de los métodos pedagógicos y modernización de la enseñanza heredera de la Institución libre de Enseñanza.