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UN PROYECTO DE CIUDAD ESCOLAR (1959 – 1969)

Calle Tomás Morales nº 37

En la década de los 60 la sociedad canaria experimentó importantísimas trasformaciones. Canarias conoció un crecimiento demográfico espectacular y un fuerte proceso migratorio desde el interior de las islas a las zonas costeras y desde las islas periféricas a las centrales, lo que provocó un proceso de urbanización y crecimiento urbano que se centró en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria y de Santa Cruz de Tenerife.

    En cuanto a la actividad económica, después de una etapa de autarquía caracterizada por la carestía, el desabastecimiento, el hambre y la miseria, le siguió en los años del desarrollismo de los 60 una expansión económica por el Plan de Estabilización y la liberalización de la economía. La reactivación del comercio, de una agricultura de exportación y sobre todo, el desarrollo del turismo, que atrajo importantes contingentes de población del interior así como del resto del archipiélago hacia las capitales de provincia y a las principales zonas turísticas, protagonizaron este período expansivo. El espectacular incremento del número de visitantes provocó una gran trasformación no sólo económica sino también social.

    El aumento de la población demandaba una oferta educativa que era claramente insuficiente y limitada en las condiciones en que se encontraba la sede de Canalejas. Esto provocó la reivindicación de un nuevo y amplio instituto para dar cabida al creciente número de estudiantes.

    Pero volvamos a nuestra pequeña historia. Ya desde 1945 se venía insistiendo en la falta de un local apropiado que remediase los continuos traslados, al no contarse con un edificio donde fijar una sede adecuada y definitiva. Surgió así un ambicioso proyecto de “Ciudad Escolar”, conjunto que debía recoger todos los centros oficiales de enseñanza existentes en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, agrupándolos en un único recinto estudiantil.

    Este proyecto no se pudo poner en marcha con la rapidez requerida por la necesidad de una cantidad de dinero considerable, ante lo que se plantearon ejecuciones parciales del mismo. Las edificaciones proyectadas fueron siete: Instituto de Enseñanza Media masculino, Instituto de Enseñanza Media femenino, Escuela Profesional de Comercio, Escuela Nacional de Magisterio Primario, Escuela de Peritos Industriales, Escuela Elemental de Trabajo y Sección Administrativa de Primera Enseñanza. Con el tiempo se desvanecieron las esperanzas de aquella Ciudad Escolar, o la Babel docente, según la llamó Manuel Socorro (7). Este ambicioso proyecto no se llevó a cabo y sólo el primero de los edificios propuestos verá la luz en esta década.

    Por fin, en diciembre de 1949, se destinaron en los Presupuestos Generales del Estado los fondos para iniciar la construcción del Instituto de Enseñanza Media masculino, largamente demandado. El Cabildo insular, que ya había donado el solar, se comprometía a colaborar, así como el Ayuntamiento. El proyecto presentado por el arquitecto Rafael Massanet recibía un impulso decisivo y después de ligeras modificaciones, se envió al Ministerio de Enseñanza Nacional para su aprobación. (8)

    Los terrenos para el instituto abarcarían 16.380 metros cuadrados edificables. Su adquisición, en 800.000 pesetas, se debía al Cabildo que una vez más demostraba su interés y su implicación en el proyecto. Según se publicó en el periódico Falange de 5 de agosto de 1945:

 

(...) El solar estaba situado inmediato al Paseo de Chil, en su iniciación en la parte Norte, frente a la calle Fontana de Oro, y se planteaba que en su día este trozo daría a una calle transversal de Rabadán, y al mismo tiempo horizontalmente sería prolongación de la calle Pérez Galdós”.

 

Su emplazamiento era magnífico, en el centro de la ciudad, y en un lugar aislado de otras actividades por lo que los ruidos no alcanzarían a perturbar las tareas docentes. Como los terrenos eran insuficientes, el Estado se haría cargo de comprar otro terreno colindante por la parte norte, en ese momento dedicado al cultivo de plataneras.

    El proyecto fue obra del arquitecto Rafael Massanet y Faus y el plazo de ejecución de dos años. El edificio tenía forma de H, con pabellones en los lados extremos y el Salón de Actos en la parte central. Esta forma aportaba abundante luz y ventilación en toda su periferia. Se componía de tres plantas cubiertas con terrazas en las partes extremas y con voladizos de tejas, al estilo canario, en la central. Disponía de una escalera principal, de forma imperial, que daba acceso a todas las plantas, menos a la del ático que se destinó a archivo, y otras dos escaleras de tres tramos a derecha e izquierda. El Salón de Actos, emplazado en el eje principal del edificio, abarcaba dos alturas correspondientes a la planta baja y principal. En los brazos intermedios se situaban dos pabellones enfrentados en forma de semicírculo, destinados a Museo de Arte y Literatura y salas de estudios.

    El edificio constaba de vestíbulo, portería, guardarropa, sala y despachos de profesores, servicios sanitarios, servicio médico escolar, aulas, sala de visitas y servicios administrativos. También disponía de biblioteca. En el ala destinada al bachillerato universitario se encontraban los laboratorios de Física, Química y Ciencias Naturales, el aula de proyecciones de Geografía e Historia y el aula de Dibujo.

    El 18 de octubre de 1959 se inaugura el edificio en el Paseo de Tomás Morales. Finalmente, el edificio fue ocupado en su ala derecha por una sección femenina y otra masculina en el ala izquierda. Algunos servicios como el Salón de Actos eran comunes. Más tarde, en el curso 1966-67 se inauguró como sección delegada el Instituto Femenino Isabel de España, construído en un solar colindante, separándose definitivamente los institutos masculino y femenino.

Fachada del primer edificio de la calle Tomás Morales
Vista trasera del primer edificio de la calle Tomás Morales
Vista trasera del primer edificio de la calle Tomás Morales

 

    En el DIARIO DE LAS PALMAS se recogía la noticia de la próxima inauguración del nuevo Instituto de Enseñanza Media. De esa noticia hemos extraído algunos de los fragmentos más significativos:

 

El nuevo Instituto de la calle de Tomás Morales está construido dentro de los más modernos cánones y viene a llenar un vacío y una necesidad muy notables dentro de la enseñanza isleña. Sin embargo pese a que a partir del lunes comenzarán en él las clases, no está acabado en su totalidad, por lo que las obras que faltan del mismo se irán terminando paulatinamente.

    La necesidad de este nuevo local era de todos conocida ya que la cantidad de alumnos que acudían a las aulas del situado en la calle Canalejas crecía cada año en proporciones que hacía de tal edificio un centro insuficiente, por lo que el curso pasado se quedaron sin poderse matricular sobre los trescientos alumnos. En el presente de 1959-60 la proporción de inscritos es mayor y sin la solución de inaugurar el nuevo edificio se verían privados de enseñanza oficial cerca de seiscientos alumnos, ya que la matrícula alcanza actualmente a los mil cuatrocientos.

    El sábado a las diez de la mañana tendrá lugar la tradicional misa del Espíritu Santo en la Iglesia de Nuestra Señora de los Desamparados, para seguidamente tener lugar la bendición del nuevo local. A las once se verificará un acto académico con arreglo al siguiente programa:

Lectura por el Secretario del Instituto de la Memoria académica del curso anterior.

Discurso inaugural por el director del centro.

Reparto de diplomas a los alumnos que han obtenido matrícula de honor en el pasado curso.

Y por último acto de apertura del curso, que presidirá el Gobernador Civil y Jefe Provincial del Movimiento.” (9)

 

Tres días más tarde el mismo medio dedicaba una fotografía de su portada y casi toda su última página para informar sobre la bendición e inauguración del nuevo edificio del Instituto de Enseñanza Media de esta capital. Destacamos algunos párrafos de la información publicada en DIARIO DE LAS PALMAS, sobre todo por la relevancia que tienen para conocer aspectos de la construcción del edificio (proyecto, dirección de obras, etc.) y de la relevancia del instituto en la vida social de la ciudad.

 

Esta mañana ha tenido lugar el acto de apertura del curso académico 1959-60 y la bendición del nuevo edificio del Instituto de Enseñanza Media, situado en el Paseo de Tomás Morales.

    Con tal motivo a las diez se celebró en la iglesia parroquial de San Telmo una misa del Espíritu Santo, oficiada por el Reverendo Párroco de la iglesia matriz de San Agustín y director espiritual del Instituto, don Juan Ayala Benítez. En el piadoso acto se encontraban presentes autoridades, claustro de profesores y alumnos de dicho Centro.

    Poco después tuvo lugar la bendición del nuevo edificio del Instituto. La ceremonia fue oficiada por el Rvdo. Don Joaquín Artiles, Inspector Provincial de Enseñanza Media, ayudado por el Profesor de Religión del Centro, Rvdo. Don José Naranjo Déniz y por el Rvdo. Don Juan Ayala Benítez.

    Seguidamente en el salón del centro inaugurado se celebró un acto académico. Ocupaba la presidencia el Gobernador Civil y jefe Provincial del Movimiento, señor Martín-Cobos Lagüera, a cuya derecha se encontraba el Presidente accidental de la Audiencia Territorial, señor Vallejo Quero; Comandante de Aviación, señor Arcas, en representación del jefe de la Zona Aérea de Canarias y África Occidental Española; Subjefe Provincial del Movimiento, señor Quintana Marrero; Inspectora Jefe Provincial de Primera Enseñanza, señora Sáenz Tejera; Teniente Coronel Vicario de la Armada, Rvdo. P. Meggido, en representación del Vicealmirante Comandante de la Base Naval de Canarias; señor López Socas, Presidente del Colegio Oficial de Farmaceúticos; señor Socorro Pérez, Director del Instituto de Enseñanza Media; y Delegado de Hacienda, señor Morales Cambreleng; haciéndolo por la izquierda el Presidente de la Mancomunidad Provincial de Cabildos y del Cabildo Insular, señor Vega Guerra; Alcalde de la capital, señor Ramírez Bethencourt; Inspector Provincial de Enseñanza Media, señor Artiles; Director de la Escuela de Comercio, señor Fiol Pérez; catedrático, don Deogracias Rodríguez y Director de las Escuelas de Peritos Industriales y de Maestría, señor Pulido Castro. El resto del local se encontraba totalmente abarrotado de profesores, alumnos y público.

    Comenzó el acto con la lectura por el secretario del Centro, don Atilio González, de la Memoria académica del curso anterior, dando cuenta de las incidencias del mismo. Respecto a datos estadísticos del mencionado curso expuso que los alumnos matriculados en los distintos años del Bachillerato hicieron un total de 6.066, correspondiendo a oficiales 869, libres 2.644 y a colegios reconocidos 2.553, habiéndose matriculado en los estudios nocturnos 90 alumnos divididos en primero y segundo años.

    Seguidamente tuvo lugar el discurso inaugural, a cargo del director del instituto, don Manuel Socorro Pérez.” (10)

 

En la Semana Santa de 1969, 10 años después de su inauguración, el instituto tuvo que ser desalojado por amenaza de ruina. El edificio, que tanto tiempo, esfuerzo y afanes costó hacer realidad, comenzó a desmoronarse y agrietarse. Primero cayeron los techos y después aparecieron las grietas en las plantas bajas. Los arquitectos del Ministerio decidieron que había que derribar toda la obra. Durante el curso 1970-71 el Instituto desarrolló su labor en los grupos escolares Cervantes y Santa Catalina y en la escuela de Magisterio.